Iñaki Sáez: "Irme sería una decisión de cobarde"

Iñaki Sáez seguirá siendo el entrenador de la selección española de fútbol, pese al fracaso en la Eurocopa. El seleccionador habló de "decepción", eludiendo la palabra fracaso, da a la actuación del equipo una nota de "6".

El seleccionador nacional del fútbol, Iñaki Sáez, anunció su intención de continuar en el cargo pese a la "decepción" que ha supuesto para él, los jugadores y la afición española la eliminación en la primera fase de la Eurocopa de Portugal, y que afrontará el "reto" que supone la clasificación para el Mundial de 2006 en Alemania.

"Soy consciente de que no hemos realizado el papel adecuado que teníamos previsto en esta Eurocopa. Lo siento por el grupo de jugadores, que tenía una ilusión enorme, y por la gente que nos ha acompañado en Portugal y la que nos ha seguido por el televisor. Ha sido una decepción enorme", indicó.

Sáez manifestó que lo importante para él "era trabajar con un buen ambiente". "Eso es lo que te da fuerza. Siempre que lo he hecho han venido los resultados. Sigo estando a gusto, hay un grupo de jugadores y técnicos que han depositado su confianza en mí. El fútbol español me ha escogido para ser el seleccionador. Ahora tengo que tomar una decisión y ésa va ser la de continuar", explicó.

Por eso, y fiel al estilo por el que ha abogado tanto como jugador, como cuando estaba al frente de las categorías inferiores y ahora en la selección, se mostró dispuesto a hacer frente a un reto que considera "impresionante", que es el de clasificar a España para el Mundial 2006. "Creo que estoy capacitado para ello y lo voy a afrontar", sentenció.

Tras ofrecer su discurso, Sáez tuvo que capear el temporal de las insistentes preguntas de la prensa, que, haciéndose eco de las críticas de los últimos días, le cuestionaron sobre el hecho de que de se haya visto poco trabajada a la selección, a lo que respondió que "dentro del tiempo limitado, las jugadas de estrategia se habían entrenado".

En un gran número de cuestiones, el seleccionador se mostró a la defensiva, asegurando que no han sido las manifestaciones de la prensa ni de la opinión pública las que le han llevado a seguir, sino el buen ambiente de su entorno. "Siempre he dicho que a mí en el momento que no pudiera trabajar en un entorno a mi gusto lo dejaría, pero sigue favorable y yo soy ambicioso y afronto los retos y por eso sigo en el cargo", dijo.

"¿Qué entorno no me es favorable?", inquirió. "No voy a ir preguntando a todo el mundo. Si la opinión pública son mis amigos, todos me han dicho que siga y si son mis enemigos querrán que me vaya. Me he tomado un tiempo para reflexionar ayer y hoy y he tomado esta conclusión clara y definitiva", sentenció.
"Sin tener en cuenta las encuestas"

Por eso considera que un seleccionador "no debe tener en cuenta" las encuestas en su contra. "Depender de lo que digan los demás no es bueno en la vida. Si yo creyera que no valgo para esto sería el primero en irme. No es que no valore la opinión pública, pero sé que está decepcionada y es normal que las encuestas estén en mi contra. Mi reto es que estén a favor cuantitativamente", indicó.

De hecho, en su opinión, lo sucedido no puede considerarse como un fracaso. "Ha sido una decepción para todos, esperábamos más del seleccionador y del equipo. No hemos conseguido el logro de pasar y lo que hay que hacer es valorarlo. Quizá lo más fácil habría sido decir: "Me marcho", pero creo que eso sería lo fácil. Cuando hay gente que te ha apoyado, que ha trabajado y que ha peleado por ti, sería de cobardes abandonar".

Sobre el aspecto deportivo, realizó un balance de los tres partidos, considerando que los dos primeros le gustaron "porque el equipo se comportó tal cual es" y que sólo se falló "en dos cosas, no marcar algún gol más y en un error de concentración en una jugada puntual (el 1-1 del empate de Grecia)". "En el tercero --continuó--, el más duro y en el que hubo que hacer cambios, no jugamos al nivel que esperábamos, porque pensábamos controlar el partido tras su reacción inicial. En la segunda parte consiguieron el gol y en esa situación de ir por detrás del marcador es donde el equipo tenía menos experiencia y ahí fue donde pusieron más corazón, fuerza y jugaron a lo que no somos demasiado expertos. De todas formas tuvimos varias ocasiones que no se tradujeron en gol".

Con este análisis, y tras valorar los partidos, el técnico vasco considera que la nota del equipo "debe ser un 6", aunque su deseo habría sido llegar al notable alto y que no se juzgue por un resultado y bajar la nota a un cuatro "sólo porque te hayan eliminado".

"Pensé que con los goleadores que tenía eran suficientes"

Así, parece que la falta de gol fue el principal problema, por lo que fue preguntado por su decisión de no contar con Mista, máximo goleador de la Liga. "Las opiniones vienen en todos los sentidos y de todas las regiones, de los aficionados de todos los equipos, es muy difícil que en una lista esté de acuerdo todo el mundo. El seleccionador valora, sabe que se puede equivocar y lleva a los que cree conveniente que coincidieron con la mayoría de la opinión pública salvo uno o dos, y pensé que con los goleadores que tenía eran suficientes", dije.

Además, aseguró estar "libre de toda sospecha" cuando se le inquirió por las quejas de los que consideraban que en el último partido había apostado por ese once inicial por coincidir con la prensa. "Mi alineación puede coincidir con lo que penséis vosotros alguna vez", indicó el entrenador que consideró como "sospechosas" algunas cuestiones.

De esta forma, instantes después el ambiente de la rueda de prensa subió de temperatura cuando se tildó de "banda" a la selección por el hecho de que cada uno regresó por su cuenta. "En el momento en el que acabó el campeonato se tomaron decisiones y en atención a que muchos jugadores iban a disponer de pocas vacaciones tomamos esa decisión de que cada decidiera como hacerlo, pero de banda, nada", defendió.

Así, con este clima de la afición, el hecho de empezar la fase de clasificación en Bosnia el próximo 8 de septiembre (antes habrá un amistoso en agosto ante Venezuela) se convierte, reiteró, en "un reto". "Creemos en nosotros mismos, en lo que tenemos, y por ahí vamos a tirar".

Habló con Villar de continuidad

Por eso, Sáez considera que su decisión de renovar fue la adecuada, aunque el contrato no esté rubricado. "Quise asegurarme del entorno y cuando lo vi claro creí que tomar la decisión antes de la Eurocopa podría ser importante y no me arrepiento", explicó Sáez, que dejó claro que la Federación "no está atada de manos", ya que hoy mismo valoró con su presidente, Angel María Villar, la idea de seguir. "Esta mañana he estado hablando con Villar desde las nueve de la mañana y las cosas están claras. Para firmar con Iñaki Sáez no hace falta más que la palabra. ¿Vais a presionar tanto los medios como para hacer cambiar de opinión (a la Federación)?, la prensa es la prensa y hay que tener más en cuenta al fútbol español", dijo. "Puede ocurrir de todo y si llega otro presidente no tendré problema en poner mi cargo a su disposición porque para mí lo importante es tener el entorno favorable y si el que entrara no fuera favorable no tendría problema, pero ahora quiero ser fiel a la gente que cree en mí, que me apoya y que me exige", añadió.

Finalmente, y tras lamentar alguna subida de tono, por la que pidió "perdón" si se hubiera "expresado mal", mostró su intención de "seguir aprendiendo de los errores" y aseguró que no se siente maltratado, siempre y cuando las críticas no vayan hacia el lado personal y sean profesionales.